En Orenda hemos desarrollado los 4 pilares o bases del cuidado proactivo de piscina. Dichas bases se derivan de la observación de los problemas más comunes que ocurren en el mantenimiento de una piscina o alberca. El pilar 2 es la eliminación de residuos orgánicos no vivos de diferentes orígenes, pueden provenir tanto del usuario, como de la misma naturaleza. Depender del cloro para lidiar con todos los agentes contaminantes en la piscina puede ser muy contraproducente.
El cloro es un excelente desinfectante, lamentablemente se tiene el mal hábito de depender en el cloro para todas las tareas de limpieza en una piscina. El cloro tiende a verse abrumado una vez que la piscina comienza a recibir mayores concentraciones de contaminantes, virus, bacteria, alga u otros patógenos. Generalmente cuando la concentración de contaminantes aumenta en una piscina se debe a un mayor uso de esta misma. De hecho, se puede argumentar que en la mayoría de las ocasiones, el porcentaje más grande de los contaminantes en una piscina son agentes provenientes de los mismos usuarios o la naturaleza. Agentes los cuales el cloro tiene que oxidar, pero esta no es la función principal del cloro. Introducir un sistema secundario de oxidación para lidiar con los desechos orgánicos no vivos es nuestro segundo pilar del cuidado proactivo Orenda. Miguel narra brevemente las diferentes opciones en el mercado, sus ventajas y desventajas.
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